dissabte, 30 de juliol del 2011

NO AL CIERRE DEL SERVICIO NOCTURNO DE URGENCIAS


El cierre de las urgencias nocturnas en el CAP Badía desde el pasado 18 de Julio ha sido una pérdida de calidad en el derecho a la salud. Un ejemplo más de un modelo de entender la cohesión social y el progreso comunitario. El ahorro económico que la nueva disposición de los servicios de urgencias nocturnas integradas en los CUAP de los Hospitales, valorado en general en 4 millones de euros, no justifica la pérdida del principio de igualdad de oportunidades, fundamento ideológico-filosófico de la Estado del Bienestar. De hecho, la desaparición de las urgencias locales supone que todo el mundo tiene capacidad de movilidad, privada o pública, que los sistemas de urgencias del Parc Taulí tendrán capacidad para asumir toda la demanda y que todas las urgencias serán del tipo que podrán llegar con tiempo a Sabadell.

Los supuestos que están escondidos bajo la desaparición del servicio de urgencias nocturnas podrían ser falsos y la fatídica combinatoria de una urgencia inmediata, con falta de transporte privado por parte del demandante, un servicio de ambulancias reducido a una única ambulancia que puede estar haciendo otro servicio en este mismo momento y unos servicios de urgencia hospitalaria colapsados ​​más podría dar un resultado fatídico. Por ello, desde ICV-EUiA defenderemos la eficiencia en el uso de los recursos públicos, que son de todos y pagados entre todos. Pero la defensa de esta eficiencia nunca debe significar sacar servicios que no son únicamente medibles por el número de servicios sino por la calidad y seguridad que aporta al resto del sistema sanitario.
Somos conscientes de que el problema de la sanidad, como del resto de los servicios públicos, es un problema de recursos más que de recortes. El profesor Vicenç Navarro no para de repetirlo en sus libros y artículos: "el problema no es el gasto público excesivo si no la falta de ingresos por parte del estado". Así se lo hemos manifestado al Gobierno de la Generalidad en nuestra enmienda a la totalidad al Presupuesto General para 2011  donde hacíamos fuerza en la lucha contra el fraude fiscal, la implementación de nuevos impuestos a la energía nuclear, el mantenimiento del impuesto de sucesiones y donaciones y otras medidas fiscales para evitar, a título de ejemplo, el cierre de las urgencias nocturnas en Badía.

El mismo Vicenç Navarro nos dice que "si el estado autonómico y central tuvieran las mismas políticas fiscales que Suecia, ingresaríamos 200.000 millones de euros más que ahora, haciendo del todo innecesarios los recortes que se están haciendo ahora".
La desaparición del servicio de urgencias nocturnas es un ejemplo de recorte innecesario y a la vez perjudicial. Innecesario porque se podría hacer otra política fiscal que lo impidiera, perjudicial porque colapsará las urgencias del Taulí aún más. Un claro ejemplo de la relación entre las decisiones políticas y la realidad más cotidiana: que se haga algo y no otra distinta es sólo debido al dominio de las fuerzas políticas conservadoras y neoliberales en los parlamentos de nuestro país. Los recortes no las hacen porque gusten a los gobiernos, sino porque su visión ideológica neoliberal les hace entender que los servicios en manos privadas son más eficientes que en manos públicas: y en esto, a nuestro juicio, también se equivocan. La sanidad pública nos cuesta unos 1.200 € por ciudadano al año en Cataluña. Por este precio, no existe ningún seguro privado que nos pueda dar los mismos servicios que nos da la sanidad pública. Quiere decir que la inversión en sanidad pública es bastante eficiente, aunque podría mejorarse, comparándola con la privada. Un mito, entre muchos que día tras día tenemos que dar por verdades, y que como en la caverna de Platón, todavía tenemos que iluminar para sacar el agua clara del verdadero conocimiento de las cosas.
Eusebi Argueta,
Concejal y portavoz de ICV-EUiA

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